Las 'casas pasivas': una tendencia constructora que se puso de moda en los 80 y que revive por la necesidad de encoger la factura de gas y luz.

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El consumo de energía dentro de una vivienda es un gasto fijo para todas las familias, que han visto incrementadas sus facturas de luz o gas debido al aumento generalizado de los precios. Es por ello que, ahora, salen a la luz algunos conceptos e ideas relacionados con el ahorro, como es el caso de las casas pasivas. 

La conocida como Passive House (Casa Pasiva) es un concepto relacionado con la construcción de viviendas eficientes, que tratan de fomentar el ahorro energético, lo que se traduce en una reducción del impacto medioambiental y del dinero. 

Este concepto se puso de moda tras la publicación a principios de los años 80 del libro La Casa Pasiva. Clima y ahorro energético, que fue redactado por el Instituto de Arquitectura de Estados Unidos. 

La idea es que, no solamente las personas residentes en una casa pueden llevar a cabo acciones para reducir el consumo energético, sino que desde el propio planteamiento arquitectónico de la vivienda se pueden implementar ciertos factores que contribuyen al mejor rendimiento dentro del hogar.

Aunque hasta hace relativamente poco tiempo no había ningún estándar fijo que sentara las bases para considerar a una casa pasiva como tal, lo cierto es que, actualmente, existe una asociación que se ha encargado de definir los términos en los que una casa se considera pasiva. Se trata del Passive House Institute, un centro de investigación independiente centrado en este tipo de construcción sostenible.

Los cinco criterios de la casa pasiva

Para lograr que una casa sea considerada pasiva, hay que tener en cuenta un total de cinco criterios básicos que recoge el Passive House Institute: 

  • Diseño libre de puentes térmicos
  • Ventanas superiores
  • Ventilación con recuperación de calor
  • Aislamiento de calidad
  • Construcción hermética

Requisitos para que una casa se considere "pasiva"

Desde la mencionada asociación, indican que, a la hora de crear una casa pasiva, hay que tener en cuenta también diferentes factores, que van desde el desarrollo de conceptos de construcción, hasta los componentes que se usan para la obra o las herramientas de planificación y la garantía de calidad de los edificios eficientes energéticamente.

En estos términos, para que una casa sea considerada pasiva, debe cumplir con los siguientes requisitos específicos:

  • La demanda de energía de calefacción de espacios no debe exceder los 15 kWh por metro cuadrado de espacio habitable neto al año o 10 W por metro cuadrado de demanda máxima.
  • La energía total a utilizar para todas las aplicaciones domésticas (calefacción, agua caliente y electricidad doméstica) no debe exceder los 60 kWh por metro cuadrado de superficie al año. 
  • En términos de hermeticidad, se permite un máximo de 0,6 cambios de aire por hora a una presión de 50 Pascales, verificado con una prueba de presión in situ.
  • El confort térmico debe cumplirse en todas las áreas de la vivienda tanto en invierno como en verano, con no más del 10% de las horas en un año determinado por encima de los 25°C. 

Diferencia entre una casa tradicional y una pasiva

En la siguiente imagen, elaborada a modo de termograma, se puede ver la diferencia entre el calor que escapa de una casa pasiva (derecha) y una casa tradicional (izquierda). Como se puede observar, los colores oscuros muestran el poco calor que se escapa de la casa pasiva (entre 3 y 4ºC) en comparación con un edificio tradicional, donde los colores naranjas, rojos y rosas dejan escapar entre 7 y 8ºC. 

Termograma que muestra la diferencia entre una casa tradicional y una casa pasiva.
Termograma que muestra la diferencia entre una casa tradicional y una casa pasiva.
Wikipedia / Passivhaus Institut

Un ejemplo real de una casa pasiva 

El Instituto Americano de Arquitectos (AIA, por sus siglas en inglés) llevó a cabo un proyecto conocido como Mission Cliffs, con el que Prairie Design Build (KALA) construyó una casa pasiva que se caracteriza por sus bajos costes de mantenimiento, el máximo confort en su interior, su alto rendimiento y construida según los estándares de construcción para la mayor eficiencia energética del mundo. 

"Mediante un proceso integrado de diseño y construcción, la belleza arquitectónica y el bajo consumo de energía son primordiales", indican sobre esta vivienda, que se encuentra ubicada en el centro urbano de Kansas City. 

La ubicación de esta casa no fue casual, ya que se ha elegido un lugar que fomente una vida práctica, con el objetivo de conseguir, no solo la eficiencia energética, sino también el mayor confort, ahorro de transporte y conciliación con la vida familiar. Es por ello que está construida en un lugar a poca distancia de médicos, parques, escuelas, restaurantes, supermercados, tiendas, cafés, senderos para bicicletas y transporte público. El centro de la ciudad, Westport, y el área histórica de Plaza se encuentran a solo 5 minutos en coche.

La casa en sí requiere muy poco mantenimiento, ya que su diseño y construcción está pensado para ser realmente duradero y de alto rendimiento. Por ejemplo, posee sistemas mecánicos pequeños y simples, como ventanas con paneles triples o revestimiento exterior que está hecho de fibrocemento muy duradero. También tiene una estructura hermética de gran aislamiento para que no haya problemas de humedad o un sistema de ventilación mecánica mantiene la mejor calidad de aire interior posible.

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